La Familia Dominica vivencia su alegría navideña
Amor, cercanía, gratitud, fraternidad. Estos valores sobresalieron en el encuentro de Familia Dominicana con motivo del 807 aniversario de la aprobación de la Orden, el 22 de diciembre de 1216 por el Papa Honorio III. El Convento de Santo Domingo, en la Ciudad Colonial, fue el espacio idóneo para el festejo agradecido de los frailes, religiosas, laicos aspirantes y colaboradores dominicos, bajo el lema Hermanos y enviados, como un gesto profético de querer refundar la misión compartida, en clave de sinodalidad, desde el carisma legado por Santo Domingo de Guzmán.
La eucaristía fue presidida por fray Eduardo de Jesús Romero Ureña, vicario provincial del Vicariato Pedro de Córdoba, y concelebrada por fray José Alberto Hidalgo Alarcón, prior del convento de Santo Domingo, otros frailes dominicos presentes en el país, sacerdotes y diáconos invitados. Todos ellos, junto a la alegría de un laicado colaborador y coprotagonista de la historia de la Orden en estas tierras, celebraron la acción de gracias por la vida y misión compartidas
Dentro de los miembros de Familia Dominicana estuvieron presentes los laicos dominicos del Seibo, Santiago de los Caballeros y Santo Domingo; Hnas. Misioneras Dominicas del Rosario, Hnas. Dominicas de la Presentación, Hnas. Dominicas de Adrian, Hnas. Dominicas de Fátima, Hnas. Dominicas del Santo Rosario. También participaron colaboradores de diferentes proyectos como: Agricultura Virgen de Covadonga, Radio Seibo, Centro de Salud fray Luis Oregui, Convento de Santo Domingo, Centro de Estudio Teológico Santo Domingo de Guzmán, y amigos cercanos a los frailes.
Diversos fueron los momentos significativos durante este encuentro entre los que destacan la representación teatral del sermón de adviento de fray Antonio Montesinos en favor de los indígenas y, posteriormente, el compartir en grupos diferentes propuestas para la programación de las actividades del próximo año.
Así, la Familia Dominicana a través de todas las entidades que la conforman, continúa mostrando su vitalidad, con rostros jóvenes dispuestos a recrear el carisma de la predicación al estilo de Santo Domingo de Guzmán, y con más de ocho siglos de historia, aún sigue llevando la palabra de Dios a los más necesitados.
Julio Pernús