Los campesinos en República Dominicana están luchando contra una creciente crisis: la falta de tierras para cultivar y vivir. En un país donde la agricultura juega un papel vital en la economía y la subsistencia de muchas comunidades rurales, esta situación es motivo de profunda preocupación.
La escasez de tierras para los campesinos se ha convertido en un problema cada vez más evidente en los últimos años. A medida que la población crece y la demanda de terrenos aumenta, los agricultores familiares se enfrentan a mayores dificultades para acceder a tierras cultivables. La falta de políticas agrarias efectivas y la concentración de tierras en manos de grandes propietarios agrícolas han agravado aún más la situación.
Tal es el caso de los «Peregrinos de El Seibo», un grupo de familias desalojadas de sus tierras en La Culebra de Vicentillo; quienes llevan más de 5 años luchando para poder recuperar los terrenos de donde fueron desalojados brutalmente. Hace más de una semana sostuvieron una reunión con representantes del Instituto Agrario Dominicano (IAD) y de la Defensoría del Pueblo en el Club de los Bomberos, allí prometieron que el Estado posee unos terrenos, ubicados próximo a Mata Palacio, Hato Mayor; pero las familias al inspeccionar dicha tierra dijeron que no esta apta para trabajarla porque está rodeada de cañaverales y con un río que, al desbordarse, no permitiría el acceso a sus sembradíos.
Entre tanto, dicen que la directiva de la Asociación Campesina Mamá Tingó va a reunirse para discutir si aceptará o no la propuesta del Gobierno.
Por: Carolina Leonardo.